¿Qué son los hilos PDO y cómo funcionan?
Los hilos son finos filamentos de materiales biocompatibles, generalmente de polidioxanona (PDO), que se introducen en la piel a través de pequeñas incisiones. Estos hilos se colocan en áreas estratégicas, como la línea de la mandíbula, las mejillas o el cuello, creando un efecto de «lifting» al tensar y sostener la piel en su lugar. Además de este efecto inmediato, los hilos tensores estimulan la producción de colágeno y elastina, fundamentales para la elasticidad y firmeza de la piel, logrando así un efecto prolongado y una apariencia más rejuvenecida y natural.
Beneficios visibles y duraderos
Una de las principales ventajas de los hilos es que ofrecen resultados visibles de inmediato, que continúan mejorando con el paso de las semanas, a medida que el colágeno se va regenerando. Los beneficios no se limitan solo a la apariencia, sino que también se sienten en la textura de la piel, que adquiere una mayor elasticidad y firmeza. Los resultados pueden durar entre 12 y 18 meses, dependiendo del tipo de hilo utilizado y del cuidado posterior. Esto hace que los hilos tensores sean una opción de rejuvenecimiento duradera y de bajo mantenimiento.
¿Para quién es adecuado el tratamiento con hilos PDO?
Este tratamiento está diseñado para personas que buscan un lifting facial sin cirugía, idealmente entre los 35 y 55 años, cuando los signos de flacidez comienzan a notarse en el rostro, pero aún no son lo suficientemente avanzados como para requerir un procedimiento invasivo. Los hilos tensores se pueden aplicar en varias zonas del rostro, como el contorno de ojos, pómulos, mejillas, mandíbula y cuello, adaptándose a las necesidades específicas de cada paciente y proporcionando un resultado natural y personalizado.
¿Cómo es el proceso de recuperación y qué cuidados deben tenerse?
La colocación de los hilos es un procedimiento ambulatorio que generalmente dura entre 30 y 60 minutos, y la recuperación es rápida, lo que permite que los pacientes retomen sus actividades cotidianas en un corto periodo de tiempo. Tras el tratamiento, es posible experimentar una leve inflamación o pequeños hematomas que desaparecen en pocos días. Es recomendable evitar la exposición al sol, los ejercicios intensos y los masajes faciales durante las primeras semanas para asegurar que los hilos se mantengan en la posición deseada.
Es una alternativa segura y eficaz para quienes desean evitar los riesgos y tiempos de recuperación de una operación quirúrgica.
El procedimiento puede adaptarse a las necesidades de cada persona, ya sea para corregir flacidez en el rostro, el cuello o mejorar los contornos de la piel.
Al ser un procedimiento mínimamente invasivo, los hilos PDO tienen un tiempo de recuperación corto, permitiendo que las personas retomen sus actividades cotidianas rápidamente.
Los hilos se disuelven gradualmente en el cuerpo, lo que permite que los resultados sean sutiles y naturales, sin cambios drásticos.